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jueves, 3 de agosto de 2017

LAS CINCO VENEZUELA



Imagen tomada de AQUÍ

CINCO VENEZUELAS

Hoy tuve la oportunidad de ver en carne propia a las cinco Venezuela que existen...

Les cuento.

Vengo en una camioneta de pasajeros desde Guarenas. Frente a la Villa Panamericana se sube un vendedor de lápices de colores.

_ Buenas tardes señores pasajeros... Les traigo una oferta increíble... Esta caja de creyones que en cualquier tienda cuesta siete u ocho mil bolívares. Son creyones de mina gruesa, color intenso... tienen todas las características de los prismacolor. No son tóxicos...

Mientras habla le entrega a una cajita a varios pasajeros.

_ Véanlos bien. Como les dije cuestan siete mil bolívares y a lo mejor para el año escolar que viene van a montarse en ocho o hasta en nueve. Si usted lo compra ahorita por tan solo 2500 Bs, que no son nada, usted está ahorrando dinero. Piénselo bien. 2500 Bs... Eso ni siquiera cuesta una panela de papelón, que está como por 3500 Bs.

Entonces empieza a moverse por el pasillo del bus para recoger o bien los 2500 o bien la cajita.

Un pasajero, un muchacho como de 23 años... más o menos, le entrega la cajita de creyones con 200 Bs.

_ ¿Qué es esto hermano? -le pregunta el vendedor.

_ No voy a comprar los creyones, pero agarra 200 Bs... por tu trabajo. El trabajo hay que pagarlo.

_Tú lo has dicho... El trabajo hay que pagarlo. Y mi trabajo es vender estos creyones. No te acepto esos 200 Bs. Gracias de todos modos, de verdad.

_ Bueno, mi pana, te estoy dando 200 porque al menos tú estás trabajando, no como otros que se montan es a martillar.

_ Sí, hermano, te entiendo... Pero esos son otros. Si no quieres o no puedes pagar los 2500 por la caja de creyones, bien... Ya la venderé. No puedo tomar esos 200 Bs.

En el C.C. Buenaventura se bajó el pasajero, iba molesto. Cuando el bus arrancó otro pasajero le dice al vendedor:

_ Hubieras agarrado esos 200...Mejor es algo que nada.

La mayoría de los demás pasajeros ni cuenta se dieron de la situación o no les importó. Cada quien estaba en lo suyo.

En todo esto estás las cinco Venezuela:

Una: La del muchacho que no acepta migajas ni regalos sino que quiere ganarse el sustento trabajando honestamente, echándole pichón, no que le regalen nada.

La otra: La del pasajero que siente, seguramente de buena fe, que debe regalar o dar lo que le sobra a otros por las razones que sea, quizás hasta válidas y en otros casos sólo para obtener algo a cambio.

La tercera, la del pasajero que le dijo al vendedor que debió haber tomado los 200: "Que mejor es algo que nada". Esa es la Venezuela del golillúo, del conformista, la del que no tiene vergüenza o no tiene honor, la de los pragmáticos, pero un pragmatismo bien tonto... un pragmatismo basado en el como vaya viniendo vamos viendo.

La cuarta Venezuela es la de todos los demás pasajeros... que ni cuenta se dieron de lo que sucedió o si se dieron cuenta no les importó para nada. "Allá ellos", quizás pensaron los que se percataron. Es la Venezuela de los que no ven nada o de aquellos que ven pero no miran, oyen pero no escuchan...

Y ustedes se preguntarán: ¿Y la quinta Venezuela?


La del huevón que analiza todo mientras ocurre y después la escribe...

Autorizada su publicación
Día y Fecha: jueves 03 de agosto de 2017.

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