FOTOS E IMAGENES

martes, 30 de agosto de 2016

MI MAMÁ ME VIO



MI MAMÁ ME VIO


Cuando mi mamá (Dios la tenga en su Luz) se iba a trabajar dejaba instrucciones precisas a mis hermanos mayores: - “se quedan dentro de la casa, no me le abran la puerta a ningún desconocido... ah y que yo no me entere que ustedes estuvieron todo el día en la calle o metidos en casa ajena... recuerden que eso lo que trae es chisme”. Luego nos bendecía, nos daba un beso y se iba a trabajar.

Un día, mis hermanos mayores, Zoraida y Vicente, sucumbieron ante la tentación de jugar por lo que decidieron desobedecer la orden de nuestra progenitora y salieron al frente de la casa donde todas las tardes se organizaban unas buenas partidas de pelotica de goma y otros juegos tradicionales, la chiquillería se divertía sanamente mientras los niños mas pequeños eramos dejados “a la buena de Dios”, nada malo nos podía ocurrir, todo era sano, vivíamos en un País seguro.

Cuando se ocultó el Sol y para evitar que mi mamá nos sorprendiera ya que se aproximaba la hora de su regreso, mi hermana, responsable y precavida como hasta ahora lo es, me agarró por la mano y llamó a mi hermano mayor para volver a encerrarnos, pero mi hermano como estaba emocionado y ganando el juego, se le ocurrió una mejor idea, la cual consistió en ubicarme en un lugar estratégico de la calle para que yo vigilara, obediente como siempre he sido cumplí la orden cual Watch man o guachimán como le decían en mi época a los vigilantes, estando en mi puesto observé que venía mi mamá ¡SUSTO! Salí corriendo cual "Dash" Parr ( el niño veloz de la serie animada Los Increíbles ), mis hermanos hicieron lo mismo, solo dejamos la polvareda de la carrera que pegamos para la casa. Al llegar, mi hermana se puso a fregar los platos y mi hermano cual “Flash”, abrió la mesa de planchar, conectó la plancha y simuló estar ejecutando el loable oficio, no habían pasado cuatro minutos cuando tocaron a la puerta, Toc Toc Toc, yo salí corriendo y gritando muy contento ¡mi mamá... mi mamá!, esta frase cariñosa la dije antes de abrir, por lo que al hacerlo mi progenitora me agarró por la mano, me dio una nalgada y regañó fuertemente a mis hermanos por tenerme en la calle mientras ellos estaban en la casa.

Con el pasar de los años descubrí dos cosas importantes de aquel acontecimiento: (1) mi mamá me vio cuando salí corriendo, pero no logró ver a mis hermanos, (2) ella tenía llave de la casa pero decidió tocar la puerta, yo cual niño inocente, caí en la trampa, me delaté gritando “mi mamá... mi mamá” antes de abrir... ¿cómo podía saber quién tocaba?. ¡Dios mío, qué inocencia la mía!.


Además, aprendí una lección de vida “no se debe desobedecer a los padres ni mucho menos subestimarlos”. Nuestros padres se respetan.



Autor: Milano R. Marcos E. 
Publicado: jueves, 25 de agosto de 2016.




sábado, 27 de agosto de 2016

PATRULLA ESCOLAR

PATRULLA ESCOLAR

PATRULLA ESCOLAR

Atención ... Fir.
Con vista a la Bandera ... Sa ... ludo.

Al escuchar la voz de mando, pronunciada con autoridad y mucha energía, por el Comandante de la Parada, el entonces Cabo Pérez, un pelotón de niños, pertenecientes al Grupo Escolar Elías Calixto Pompa, correctamente uniformados, luciendo un imponente correaje anaranjado que cruzaba nuestro pecho y una cristina azul en la cabeza, cubiertos y alineados en formación, en el patio central de nuestra escuela y frente al pabellón patrio, obedecimos la orden, cual pelotón castrense; erguidos y con la frente en alto, entonamos las gloriosas notas de nuestro Himno Nacional de la República de Venezuela.

Concluido el acto quedamos juramentados e investidos de autoridad. Eramos oficialmente patrulleros escolares. ¡qué honor y que emoción tan grande!... Esta responsabilidad; además de darnos la oportunidad de mejorar nuestra condición de líderes, nos enseñó a ser servidores público. Nuestra función principal era la de colaborar con nuestros compañeros en el cruce de las calles y avenidas adyacentes a la escuela y velar porque se cumplieran las normas de seguridad vial. En lo particular me sentía útil y feliz. Nuestro respetado, querido y admirado comandante, el hoy Sargento Daniel Pérez, nos enseñó la importancia del cumplimiento de las leyes, especialmente la de tránsito y transporte terrestre, contribuyó con nuestra formación ciudadana, sembró en nosotros el amor hacia los valores cívicos, nos hizo entender la necesidad de ser ordenados, disciplinados, educados, respetuosos, tolerantes y ciudadanos ejemplares. Nos enseñó a respetar a nuestros próceres y a los símbolos patrios. Realmente nos enseñó con su ejemplo. Nuestro Sargento Daniel Pérez ha sido durante toda su vida un ciudadano ejemplar, un hombre preclaro, paradigma positivo de esta sociedad.

Además de los valores descritos, siendo patrullero escolar también aprendí orden cerrado, a pie firme y sobre la marcha y las voces de mando respectivas, disciplina que me fue de gran utilidad unos años después cuando me presenté voluntariamente a cumplir con mi sagrado deber de servir a mi patria como soldado del Ejército venezolano, forjador de libertades. Mas tarde llegué a ser durante 14 años consecutivo docente coordinador de Instrucción Premilitar del Distrito Escolar N° 2 y de la Zona Educativa del Estado Miranda. Gracias mi Sargento por sus enseñanzas. Usted dejó una huella positiva e imborrable en mi vida, fue, es y será mi querido, respetado y admirado amigo. Mi Sargento Daniel Pérez. Permiso para retirarme.

Autor: Milano R. Marcos E.

Publicado: sábado 27 de agosto de 2016


jueves, 25 de agosto de 2016

TEATRO EN MI ESCUELA

http://clasedejaime.blogspot.com/2016/03/aprendemos-sobre-el-teatro.html

TEATRO EN MI ESCUELA

Cursé toda mi educación primaria en el Grupo Escolar “Elías Calixto Pompa”, de Guatire, Municipio Zamora, Estado Miranda, Venezuela. Los momentos más felices de mi infancia transcurrieron en ese sitio sagrado de moral y de luces. Siempre fui un niño muy inquieto y extrovertido, me gustaba participar en todas las actividades que mis maestros organizaban, bailé, canté, hice teatro, danza, deporte, pintura, quería estar en todas las comisiones: cruz roja, disciplina, sociedad bolivariana... en fin, en toda planificación artística, deportiva, religiosa y recreativa participaba con entusiasmo. En Kindergarten o preescolar (hoy educación inicial) participé en una obra donde representé a un indio, mi mamá me compró un tambor muy bonito y me hicieron un traje de yute y una corona de plumas, bailé y canté al ritmo de:

EL INDIECITO.

“Soy un Indiecito
Voy tocando mi tambor
Pom, pom, pom, pom,
Pom, pom, pom,pom,
Pom, pom, pom.
Llevo en mi cabeza
Cinco plumas de color
Trala la la la la
La la la la la
La la la.
Suena la maraca
Al compás de mi tambor
Sh, sh, sh, sh,
Sh, sh, sh, sh,
Sh, sh, sh.”

Cada vez que llegaba una fiesta o conmemoración patria el niño Marcos participaba, yo esperaba cualquier efemérides para actuar. Con mi maestra Felicia Palacios participé en una obra que destacaba la importancia de la Cruz Roja Internacional y en un homenaje que se le hizo a Florence Nightingale, enfermera, escritora y estadista británica, considerada precursora de la enfermería profesional moderna y creadora del primer modelo conceptual de enfermería. Aquí me tocó representar a un niño herido que era curado por una enfermera, antes de salir a la escena encontré unos tubos, tablas, hierros de pupitres viejos y unas perolas, agarré todo aquello y lo lancé al suelo lo que provocó un estruendoso ruido e inmediatamente salí a escena corriendo y gritando (eso no estaba en el guión) lo que sorprendió a todo el público, quienes después de pasar el susto, rieron a carcajadas, yo mismo me reí tanto que no pude darle la seriedad requerida al personaje.

También recuerdo que me inscribí en el grupo de teatro que dirigía mi profesor y amigo Jesùs Eduardo Espinoza Leon, hombre que ha sido un verdadero mecenas de las artes escénicas, un apasionado de los guiones y de las tablas, uno de los pedagogos mas respetables que he conocido, excelente profesional, ciudadano ejemplar y buen amigo; de él aprendí algunas técnicas que me han servido en mi trabajo vocacional como docente y en mi formación ciudadana: la respiración diafragmática para mejorar nuestro sistema respiratorio, educar la voz y aprender a proyectarla, leer bien, memorizar parlamentos e improvisar, movimientos y desplazamientos en los escenarios, importancia del lenguaje oral, escrito y gestual, dominio de grupo, liderazgo, vivir intensamente al personaje que se representa y de allí la importancia de transmitir correctamente el sentimiento que se desea proyectar para que impacte al espectador (el drama). 

El teatro me enseñó a respetar al público, a perder el miedo escénico, a interactuar con las personas que me escuchan, a ser disciplinado, ordenado, colaborador, innovador, a trabajar en equipo, estimuló mi creatividad e imaginación, me ayudó a tener facilidad de expresión, entre otras no menos importantes que están presentes en mi vida cotidiana. 

Reconozco que no soy un buen actor pero bajo la dirección de Jesús Eduardo Espinoza protagonicé dos obras de teatro que en su época gustaron bastante: Juan el Esclavo y Juancito el limpiabotas...Gracias querido y admirado amigo por enseñarme tantas cosas y por tu amistad sincera. Al llegar al Liceo Juan José Abreu participé en una obra de teatro llamada "Las palabras en la arena", donde representé al sacerdote del templo de Jerusalén Joazar. 

NOTA IMPORTANTE: Esta obra fue escrita por el español Antonio Buero Vallejo, estrenada en el Teatro Español el 19 de diciembre de 1949. Las palabras en la arena es la única obra escrita por el autor, se basa en el pasaje bíblico donde le llevan a Jesús a una mujer sorprendida en adulterio. En su época la obra obtuvo el Premio de la Asociación de amigos de los Quintero.

Autor: Milano R. Marcos E.

Publicado: jueves, 25 de agosto de 2016.

DOBLAN LAS CAMPANAS

http://www.josemariatornay.com/Libros/mipalabraensusvoces/poemas/campanas/campanas.html

DOBLAN LAS CAMPANAS

En la Venezuela que muchos conocimos, cuando moría un vecino, era común que el velorio se realizara en la casa del difunto; la sala o el patio de la vivienda se acondicionaba de acuerdo a la ocasión, los familiares, amigos y conocidos vestían con la indumentaria apropiada, predominaban los colores oscuros, preferiblemente el color negro, marrón o morado, aunque algunas personas utilizaban el blanco.

En las distintas regiones del país se presenta el acontecimiento de acuerdo a las creencias y costumbres de cada zona, los ritos fúnebres nunca han sido iguales, cada comunidad tiene una tradición ritualista que lo identifica y por la cual se rige. En algunos lugares cantan, consumen licor, bailan... en otros sitios predomina la sobriedad, lo discreto... lo que si es común en todas partes es el rezo del rosario, aunque las oraciones dependen de quien lo dirige, existen rezanderas o rezanderos que agregan cualquier cantidad de súplicas haciendo el rezo mas largo.

En mi barrio, cada vez que nos enfrentábamos a la natural partida de uno de los nuestros, toda la comunidad compartía con la infortunada familia el luto característico por la pérdida del ser querido, reinaba un ambiente de respeto y solidaridad, las fiestas programadas se suspendían, nadie escuchaba música o simplemente se bajaba el volumen de la radio, se evitaban las algarabias, reinaba un ambiente de total recogimiento. Las palabras de condolencias, o el llamado pésames y hasta lágrimas se dejaban ver por doquier. Los comentarios positivos y anécdotas que relacionaban al difunto no faltaban.

Mientras duraba el velatorio muchas personas acompañaban a los deudos, si alguien estaba inconsolable se le daba gotas del carmen o valeriana para calmarlo, durante el día se repartían trozos de queso, jamón, galletas de soda, café, chocolate, guarapos de monte medicinales como manzanilla, toronjil o malojillo, tragos de bebidas alcohólicas y en las noches se agregaba el consomé de pollo o de gallina, los juegos de baraja y dominó eran impelable, y los que nunca faltaban a la cita eran los cuentachistes y los borrachitos que ponían la nota de humor, por lo que de velorio pasaba a ser una velada.

Cuando llegaba el momento del sepelio, la urna que contenía el cadáver, era llevada en hombros de familiares y amigos hasta la iglesia, donde el doblar de las campanas le indicaba al pueblo entero que estaban entrando o saliendo del templo parroquial con un difunto. Por mi condición de monaguillo doblé y repiqué las campanas muchas veces. Al terminar las exequias se trasladaban caminando desde la iglesia hasta el cementerio, por la lentitud con que esto se hacía, debido a que los cargadores llevaban la urna en un constante zigzaguear o bamboleo, siempre había cola y se trancaba el tránsito vehicular por lo que las autoridades poco a poco fueron sugiriendo que se montara el ataud en la carroza para agilizar un poco la marcha. En cada esquina de la ruta el paso fúnebre era mas lento y antes de entrar al campo santo lo intentaban y retrocedían tres veces hasta que por fín cruzaban el umbral de la puerta y de allí hasta la fosa para darle cristiana sepultura. En el preciso momento del entierro se incrementaba el llanto; los gritos y desmayos de algún familiar cercano rompían con la armonía, menos mal que siempre estaba la persona precavida que llevaba alcohol o corneciervo (amoníaco) para reanimar al desvanecido... ah y no podía faltar la persona que tenían que agarrar porque quería que lo enterraran con el difunto. Lo cierto es que en todo este tiempo reinaba la seguridad, la gente podía velar su muerto toda la noche en total calma y tranquilidad, se podían ofrecer los aperitivos descritos porque en ese tiempo había de todo, especialmente azúcar y café, sin inflación ni especulación y sin tener que acudir al inhumano bachaquero.

Autor; Milano R. Marcos E.
Publicado: jueves 25 de agosto de 2016.

miércoles, 24 de agosto de 2016

RAÚL



http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/Colecciones/index.php?clave=arte2&pag=10

RAÚL

Para el año de 1989, ejercía yo como docente de aula en la Escuela Básica "José Leonardo Chirinos", ubicada en el sector Nueva Cúa, en Cúa, estado Miranda. Durante casi toda mi carrera, fui muy activo y me encantaban los actos culturales, los deportes y las excursiones, todo eso con los muchachos. Recuerdo que en una oportunidad organicé una excursión para una quebrada muy linda, de aguas muy limpias, ubicada montaña adentro en una región conocida como Buena Vista, donde también estaba una hacienda enorme con muchos animales, sobre todo ganado vacuno. Salimos a las 7 de la mañana, íbamos dos representantes y treinta alumnos con edades oscilantes entre los 12 y quince años, era mi curso, el sexto grado "B" del turno de la tarde. Nos internamos en la montaña tupida de frondosos árboles donde se veía y se escuchaba el sonido de las aguas del río y el canto de los pájaros; de pronto escuchabas un ruido y era algún animal que caía al río por un barranco. A eso de las diez de la mañana, ya estábamos en el lugar adonde nos dirigíamos, un hermoso pozo de aguas cristalinas. En la orilla empezamos a juntar la leña para hacer el fogón y hacer el sancocho para el cual, todos habían aportado algo: verduras, cebollas, ajo, sal, olla, montes, etc. Eran aquellos, momentos inolvidables que jamás se borrarán de mi mente ni de la de mis muchachos: Nos bañábamos, hacíamos juegos y nos comíamos el delicioso sancocho. A las cinco de la tarde estábamos de regreso y algo que iba a ocurrir, llenaría de angustia aquella hermosa tarde. Al llegar al pie de monte, al salir de la montaña, nos esperaba el bus que contratamos y al pasar la lista, faltaba un alumno:
RAÚL NO ESTABA PRESENTE. Sin ningún problema me devolví monte adentro a buscarlo y no lo encontré. Fui a la escuela donde los padres estaban esperando a los muchachos, los dejé y sin decir nada, fui a buscar al padre de Raúl y le expliqué lo ocurrido; el hombre era mi amigo y se regresó a la montaña conmigo y dos alumnos de los más grandes (15 años cada uno) a buscar a su hijo; lo buscamos desde las siete de la noche hasta las dos de la mañana con linternas y antorchas y no lo encontramos. Nos fuimos a casa y al siguiente día solicitamos la ayuda de los bomberos quienes enviaron a dos hombres con equipo a buscar al muchacho; un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando escuché a uno de ellos decirle al otro en voz baja, que lo más probable es que el chico estuviera muerto, ahogado en el río. A las siete am, fuimos a buscar al muchacho. Después de buscar por más de tres horas, en la montaña y en el río y no encontrar nada, concluí que el chico debía estar muerto. Entonces pensé irme al pueblo y buscar un abogado porque estaba seguro que me iban a acusar. En momentos como ese, ningún padre entiende y siente la necesidad de buscar un culpable. Cuando iba saliendo de la montaña, un motorizado me alcanzó y me dijo que el muchacho había aparecido, que estaba en su casa. Cuando lo vi y me dio las explicaciones estúpidas del por qué y cómo se perdió, sentí deseos de golpearlo, pero lo que hice fue abrazarlo junto con su padre. Todo se resolvió. Hoy Raúl tiene esposa y tres hijos y 42 años de edad. Siempre que me ve, me pregunta cuando haremos otra excursión y nos abrazamos. Como añoro aquellos tiempos. Mis alumnos siempre fueron y serán mis amigos; siempre me vieron y me consideraban su segundo padre y me contaban cosas que ni sus padres sabían. Cumplí con mi labor y me siento orgulloso de ello.
Autor: Rafael Gonzále
Autorizada su publicación

Publicado: miércoles 24 de agosto de 2016

Perdonar, es de grandes amores.



http://labellezadelos50.es/celos-en-la-pareja/

José Alberto y Pamela se casaron como todas las parejas, enamorados loquitos. Él trabajaba en un banco y ella era maestra de preescolar o educación inicial, como le llaman ahora. Acostumbraban a salir a cenar cada fin de semana. Cuando José Alberto regresaba del trabajo, jamás olvidaba traerle un detalle a su amada esposa. Ya tenían dos niños, una hembra y un varoncito. Pero el tiempo poco a poco parece traer consigo el deterioro de las cosas más bonitas y el joven fue perdiendo el hábito de los detalles. Pamela lo notó, pero guardó silencio; por las noches lloraba en silencio. Algo estaba ocurriendo con su José Alberto. El muchacho comenzó a llegar tarde y siempre daba una excusa diferente, pero Pamela no le creía, aunque guardaba silencio, sospechaba que él tenía una amante, no lo podía probar, pero estaba segura. Una tarde, como a las seis, después de regresar de la escuela donde laboraba, recibió una llamada que la congeló la sangre en las venas: ¡aló! - era una voz de mujer- si eres Pamela, debo decirte que tu esposo está en el parque de la calle diez con una chica. Sin perder tiempo, se cambió de ropa y sin arreglarse mucho, salió de prisa, el lugar no era lejos, llegó al parque y allí estaba su esposo, agarrado de manos con una linda jovencita, un poco más joven que ella. Sin decir palabra alguna, pasó lentamente frente a la pareja y volteó para mirarlos, José Alberto la vio, pero no hizo nada, Pamela siguió de largo y se fue a casa. 

LA ÚLTIMA LECCIÓN.

http://blogs.prensaescuela.es/onosorecanto/2014/03/28/as-nosas-entrevistas/ 


LA ÚLTIMA LECCIÓN

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Estudie mi primaria (Así le llamaban cuando yo empecé asistir a la escuela en 1960) vi cambiar tres veces al Director. Pero esos cambios no eran por razones políticas, sino porque el Director renunciaba para trabajar más cerca de su casa, o por cualquier otra razón, pero nunca era por no ser del partido de gobierno. El director que estaba cuando llegué, se retiró y colocaron en su lugar a una docente llamada AIDA MENDEZ DE PLAS. Debo confesarles que desde esa corta edad que tenía hasta ahorita, no he conocido una mujer tan educada, tan decente, culta y con tanta autoridad moral y laboral como esa dama. Jamás nadie habló mal de la Señora Aida, como solíamos llamarla, como se expresan de algunos directores hoy. El respeto por esa señora era incomparable. Cuando quería llamar a un alumno para llamarle la atención o para comentarle algo, desde lejos aplaudía dos veces: ¡clap, clap! y uno se paraba en seco, sabíamos que era la Directora. Cuando salí de sexto grado, ella aún dirigía la escuela, pero mucho tiempo después salió. En mi pueblo, doscientos metros antes de llegar a la plaza Bolívar, hay dos aceras como de un metro de altura a ambos lados de la calle principal que todos conocemos como la acera alta. En una oportunidad, teniendo yo unos cuarenta años de edad, iba caminando por una de esas aceras y como a treinta metros al frente, reconocí la figura de la señora Aida quien venía con una niña como de nueve años (me imagino que sería una de sus nietas) y me pegué de la pared para cederle el paso; me miró y me dijo: "Hola señor González, ¿cómo está usted?", Me sorprendió que después de tanto tiempo me llamara por mi apellido y me erizó que me dijera señor, quien hasta hace poco me halaba las orejas y me daba mis buenos regaños. No había caminado veinte metros, cuando escuché dos aplausos: ¡clap, clap!; me detuve como tocado por un rayo, sabía que era conmigo y que mi ex maestra me quería decir algo; regresé y con las manos atrás, como ella ordenaba en la escuela, le pregunté qué deseaba; con una voz dulce propia de la ancianidad, me dijo: 

CREO



http://www.esparciendolaluz.net/apps/blog/show/42992385-los-dones-del-espiritu-santo-2da-parte

CREO


Creo en el Padre Supremo... Dios, Misericordioso y Creador.
Creo, en las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad.
Creo en la gracia divina y en los valores mesiánicos: amor, justicia, libertad y paz.
Creo en los dones del Espíritu Santo: sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.
Creo en Jesucristo, Mesías y Maestro... Dios y hombre verdadero... creo en su ley del amor, creo que es "el camino la verdad y la vida".
Creo en María, mujer valiente que aceptó el plan celestial,
inmaculada y siempre Virgen, reina del Universo.
Creo en la bondad de San José, esposo, padre y amigo fiel.
Creo en la trascendencia espiritual, en la resurrección y en la vida eterna.
Creo en la Santidad.
Creo en la vida ejemplar de hombres y mujeres de histórica relevancia.
Creo en la Luz del conocimiento.
Creo en el perdón, la reconciliación, la tolerancia y en el respeto.
Creo en la amistad sincera, recíproca e incondicional.
Creo en la naturaleza... en la vida y en la perfección de la creación.
Creo en la madre tierra, en el agua, en el aire y en el fuego. En la flora y en la fauna.
Creo en la honestidad, en el estudio y en el trabajo creador.
Creo en la vocación de hombres y mujeres que laboran con alegría. Creo en la Vocación.
Creo en los seres humanos que viven a plenitud.
Creo en la felicidad... en el placer y en la alegría.
Creo en los hombres y mujeres de buena voluntad.
Creo en la inocencia de los niños... en su pureza, en su ternura.
Creo en la fortaleza y en la energía de la juventud.
Creo en la experiencia del adulto mayor y en sus destellos de sapiencia
alumbrando el camino de quienes siguen sus pasos.
Creo en la familia... ¡Sí Señor!, en la Familia yo creo.
Creo en los valores positivos de la sociedad y en el bien común.
Creo en la moral, en la ética y en los valores espirituales de las personas honorables.
Creo en la palabra empeñada cual documento legal.
Creo en el orden, en la disciplina, en la estética, en la belleza, en lo sublime.
Creo en la educación, en el arte, en la cultura, en el deporte, en la salud y en la ciencia.
Creo en el buen uso de la tecnología, en la inteligencia del ser humano puesta al servicio de la humanidad... creo en la razón.
Creo en el esplendor de la sabiduría...
Creo en la solidaridad y en un mundo mejor.
Creo en la civilización del amor.
Creo...

Autor: Milano R. Marcos E.



martes, 23 de agosto de 2016

MAGNIFICENCIA

http://www.noticias24.com/gente/noticia/129397/las-10-datos-que-seguro-no-sabias-de-simon-bolivar/

MAGNIFICENCIA

¡Cuan magno tu pensamiento!
inmensurable en el tiempo.
Simón Bolívar, 
fuiste una gloria nacional,
traspasaste las fronteras, 
héroe continental;
proyectaste tus ideas
en la geografía mundial;
orgullo de nuestra Patria
paradigma universal.

Milano R. Marcos E. (1995)
"Vértice y Alba"
I.S.B.N 980-345-056-5
Impresos Navarro s.r.l

ESTUDIA, TRABAJA Y DESCANSA

http://guatire.com/?p=129


ESTUDIA, TRABAJA Y DESCANSA
Autor: Elías Calixto Pompa

ESTUDIA
Es puerta de luz un libro abierto;
entra por ella, niño, y de seguro,
que para ti serán en lo futuro,
Dios más visible, su poder más cierto.
El ignorante vive en un desierto,
donde es el agua poca, el aire impuro,
un grano le detiene el pie inseguro;
camina tropezando, vive muerto.
En ese de tu edad, abril florido,
recibe el corazón las impresiones,
como la cera el toque de las manos.
Estudia, y no serás cuando crecido,
ni el juguete vulgar de las pasiones,
ni el esclavo servil de los tiranos.
TRABAJA
Joven, trabaja, sin cesar, trabaja;
la frente honrada que en sudor se moja,
jamás ante otra frente se sonroja,
ni se rinde servil a quien la ultraja.
Tarde la nieve de los años cuaja,
sobre quien lejos la indolencia arroja;
su cuerpo al roble, por lo fuerte, enoja,
su alma orgullosa, al lodazal no baja.
El pan que da el trabajo es más sabroso
que la escondida miel que con empeño,
liba la abeja en el rosal frondoso.
Si comes ese pan, serás tu dueño;
más si del ocio ruedas al abismo,
todos serlo podrán, menos tu mismo.
DESCANSA
Ya es blanca tu cabeza, pobre anciano,
tu cuerpo, cual la espiga al torbellino,
se doble y rinde fácil, ya tu mano
al amigo bordón del peregrino.
Maneja sin compás, y el aire sano,
es a tu pobre corazón mezquino;
deja la alforja, ve, descansa ufano,
en la sombreada orilla del camino.
Descansa, sí, más como el Sol se acuesta,
viajero, como tú, sobre el ocaso,
y al astro que le sigue un rayo presta.
Entreabre con amor tus labios viejos,
y alumbra al joven que te sigue el paso,
con la bendita luz de tus consejos.

lunes, 22 de agosto de 2016

ESPANTO POR ERROR

ESPANTO POR ERROR


Madrugando en el desierto,
encontré a un hombre tendido,
su futuro era incierto,
harapiento y mal herido
parecía estar muerto,
solo estaba sin sentido.

- ¿qué le pasó buen amigo
que lo veo compungido?
- ¡ayúdeme... señor mío!
que me encuentro aquí perdido.
¡levánteme por favor!
no me deje... se lo pido.

Deshidratado y febril,
sangrando y aturdido,
limpié todas sus heridas
lo atendí como es debido,
hidraté muy lentamente
a aquel ser abatido.

Cuénteme lo que le pasó,
descríbame lo acontecido.
El hombre al fin comenzó,
aunque estaba adolorido,
a relatar la tragedia
que le había sucedido.

- Cuando el ocaso llegó,
húmedo y bastante frío
la luna desapareció,
dejando todo sombrío
un viento fuerte empezó
y yo me hallé perdío.

Ruidos escalofriantes
provocaba el vendaval,
eran ráfagas tan fuertes
que no me dejaban mirar,
una tormenta de arena
no me dejó caminar.

Como pude vi a lo lejos,
cerca de este matorral,
una sombra que acechaba
como queriendo esperar
que me le aproximara
para con furia atacar. 

Me detuve en el camino
no me quería asustar
y esperé un largo rato
a ver que iba a pasar
pero el acéfalo aparato
no se quería apartar.

Era día de los muertos
yo empecé a rezar
grité a los cuatro vientos
a Dios quise invocar
para ver si el aspaviento
lo hacía por fin circular.

El espanto me acechaba
no me dejaba pasar
le lancé varias patadas
tratándolo de quitar
pero mientras yo le daba
el me iba a lastimar.

Creo que me desmayé,
por el susto y el dolor
y cuando desperté
con pena en mi corazón
solo lo he visto a usted
mostrándome compasión.

En eso lo interrumpí,
para explicarle mejor
ya que mientras lo curaba
le noté gran hinchazón
provocada por las espinas
de un cactus de la región.
Milano R. Marcos E.



Autor: Milano R. Marcos E. (1995)
Texto: Vértice y Alba 
I.S.B.N 980-345-056-5
Impresos Navarro S.r.l
Publicado: miércoles 17 de agosto de 2016.

jueves, 18 de agosto de 2016

JUGOS EN LA NEVERA DE MI CASA

http://beneficiosde.info/jugo-de-pina-cuales-son-los-beneficios-de-esta-bebida-frutal/

JUGOS EN LA NEVERA DE MI CASA

Autor: Marcos Elías Milano Rangel.
Publicado: jueves, 18 de agosto de 2016.
Mi mamá (Dios la tenga en su Luz) siempre se ocupó de tener dentro de la nevera varias jarras con jugo. En el pequeño patio de la casa, además de gallinas y patos gansos, habían árboles de mango, guanábana, limón, parchita, guayaba, una mata de aguacate y hasta maíz que mi hermano,Vicente Milano, sembraba cada temporada, los frutos permitían que mi mamá nos elaborara los mas ricos jugos porque en esa época hubo cuatro cosas fundamentales: (1) la materia prima, las frutas (2) agua potable, pura y cristalina que salía por la tubería... (aunque los más jóvenes no lo crean, antes tomábamos el vital líquido directamente del chorro, el agua de Guatire siempre fue muy rica, dulcita, no como la que sale ahora que parece café o Nestee, de tal manera que se podía utilizar con confianza) y (3) había azúcar... mucha azúcar. Puedo agregar el elemento mas importante la voluntad de mi mamá para mantener felices a sus tres hijos y a todo el que nos visitaba. También hacía jalea y dulces caseros de todo tipo, la jarra de chicha de crema de arroz o la que elaboraba después de fermentar la concha de piña eran impelables dentro del refrigerador... heladitos, tortas, gelatinas, flan, quesillo, arroz con coco y con leche... (les aclaro a los mas jóvenes también había arroz, “como arroz”, y leche en todas sus presentaciones y cualquier cantidad de marcas que adornaban los anaqueles de los supermercados, y (4) dinero para comprar lo que necesitabas porque no existió jamás en Venezuela una inflación tan alta como la que hoy vivimos, esto es inédito, los especuladores no eran tan inmorales como los de ahora y ni pensar que existiría en este hermoso y solidario país esa especie diabólica mal llamada bachaqueros que nada tienen de humano, es más, yo creo que no son venezolanos porque los verdaderos hijos de esta tierra somos bondadosos, solidarios, caritativos y jamás hemos sido mezquinos, ni avaros y mucho menos usureros. Lo cierto es que en este momento histórico que nos tocó vivir, cada vez que abro la nevera espero un milagro que no ocurre, solo tiene luz y agua, por supuesto, no de la que manda Hidrocapital por las tuberías. 

EL VIEJO TOCADISCOS

parecido a este modelo tomado de internet


EL VIEJO PICK-UP


Autor: Marcos Elías Milano Rangel
Publicado: jueves 18 de agosto de 2016

A finales de la década de los 60 y durante los años 70 del siglo pasado, las fiestas en mi barrio tenían algo en común, un enorme pick-up o picó como se le llamaba a los antiguos tocadiscos, dos en uno porque tenía radio y plato giratorio con su brazo y aguja. Los hermanos Arcadio y Domingo eran los dueños de tan magistral y necesaria maravilla que ponía a bailar hasta los mas encopetados vecinos. Si nacía un niño había que festejar los “miaos”, cuando le echaban el agua, fiesta, al bautizarlo, celebración, en cada cumpleaños, rumba, al hacer la primera comunión, pachanga, si lo confirmaban, guateque, cuando una adolescente cumplía los quince años la celebración era por todo lo alto y los matrimonio ni hablar... durante esta evolución pachanguera, los hermanos Arcadio y Domingo jugaron un papel importante ya que eran los únicos y verdaderos dueños del aparato que ponía a mis vecinos a pulir hebillas... lo mas cómico que recuerdo era el hecho de trasladar aquel inmenso mueble musical a la casa donde había la celebración, menos mal que los hermanos siempre fueron y hasta ahora son altos y corpulentos, llevar a cuestas el picó era similar a un cortejo fúnebre, tambien recuerdo que le ponían una cajita de fosforo encima de la aguja como contrapeso para evitar que saltara y no perder la calidad del sonido, ahhhh y cuando un disco se pegaba “ese disco se rayó” jajajaja ¡qué tiempos aquellos!... De toda esta experiencia tomo un valor importante la

miércoles, 17 de agosto de 2016

LA CARTA QUE NO ESCRIBÍ

http://www.flourishonline.org/2010/12/jan-richardson-on-what-is-to-come/ 

LA CARTA QUE NO ESCRIBÍ

Esa tarde, agonizando el sol en el horizonte, en medio de enormes arreboles, sentado debajo de aquel árbol frondoso que había en el patio, tome mi pluma y me dispuse a escribir una carta para ti. En ese instante pensé escribirte tantas cosas hermosas que nunca te dije antes. Escribirlas es más fácil que decirlas. Y es que nunca te dije lo que significabas para mí. La gran mayoría de las personas somos así: no decimos al ser amado lo que significa para nosotros y la vida se nos convierte en una rutina. Y es que si llegaras a faltarme, no sé qué, pero algo moriría dentro de mí, y en adelante, la vida sería en blanco y negro; morirían las sonrisas y el imperio del llanto y la tristeza, establecerían su reinado en mi corazón. Te necesito por lo mucho que he sufrido, como las plantas necesitan agua y luz. Necesito oír tu respiración cuando duermes, me gusta oír tus quejas por algo mal puesto, porque así te siento viva; necesito ver tus ojos cerrados cuando oras al creador, porque cuando los abras, sé que dos soles negros aparecerán entonces para iluminar mi vida... pero no escribí nada, sino que fui y te lo dije y mi decepción fue gigante cuando sin decir nada, me diste las espalda y te fuiste al dormitorio; te seguí para hablarte de mí desencanto y te halle con el rostro hundido en la almohada; quise tocarte y sentí que la almohada estaba mojada, tu llanto la había empapado. No lloraste frente a mí. Te fuiste a llorar al cuarto, como si llorar fuera un pecado, como si llorar diera vergüenza, como si llorar no fuera la más honda expresión de un corazón que se siente tocado, sufrido o amado. Entonces me recosté junto a ti, pegue mis labios de tu oído y, muy bajito, te dije cuanto te amaba y... los dos lloramos juntos.

Rafael González.-


Autor: Rafael González.
Autorizada su publicación.
Publicado: miércoles 17 de agosto de 2016.

AMORES QUE NO SE OLVIDAN

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AMORES QUE NO SE OLVIDAN


Por allá por el año 1973, conocí a Rufino, hombre bien portado, amable, siempre sonriente y amante de la guitarra, la cual tocaba muy bien. Nos reuníamos por las tardes a tocar y cantar aquellas canciones de los Beatles y otras chatarritas como, como “Cha la la te necesito”, “Escaleras al cielo” y otras. En una de esas reuniones conocimos a una chica que no digamos que era bonita, sino que no era fea, pero con las mismas características de Rufino; a primera vista se enamoraron y a los tres o cuatro años se casaron, el de 26 años y ella de 24. Tuvieron tres hijos, dos varones y una hembra; era uno de esos padres A1, excelente, trabajador incansable, pero era muy celoso. Llegó el tiempo en el cual ya el sueldo de Rufino no era suficiente y Eva (Así se llamaba la esposa) tuvo que salir a trabajar; a él no le gustaba mucho la idea, pero el dinero hacia falta y no se opuso. Ella consiguió trabajo como secretaria en una empresa cercana y desde el primer día, cuando el jefe de Eva le dio la colita hasta su casa, empezaron los problemas, los cuales fueron arreciando, porque los celos, son una especie de demonio, que te hacen ver e imaginar situaciones hasta cierto punto peligrosas. Cinco años pasaron que fueron una pesadilla para Rufino, se le veía nervioso, desesperado. Una tarde que vio al jefe traer a su esposa y se despidieron con un beso, fue lo último que soportó, se atrevió a levantarle la mano, la insultó y le dijo que no la quería más en su casa, por lo que Eva recogió sus cosas y se fue, dejándolo con sus tres hijos quienes ya tenían 17, 15 y 13 años, y por considerar que su madre había hecho mal, se quedaron con su papá. Todos

ALGÚN DÍA LO SABRÁS


http://simplemente-dan.blogspot.com/2008/12/parlisis-de-sueo-se-me-subio-el-muerto.html 

ALGÚN DÍA LO SABRÁS


Cuando los surcos de la vida adornen mi rostro y mi piel toda, y mi voz cansada apenas responda el saludo. Cuando mis ojos estén hundidos por los años, mi mirada triste y mi pestañear sea tan lento que puedas traer un recuerdo antes de cerrar mis ojos... entonces sabrás. Cuando ya no cante mis viejas canciones que tanto despreciabas y te aburrían, cuando te pida me des tu mano para levantarme de esa vieja silla, y pienses: ¡que fastidioso es! cuando ya no pueda darte un abrazo porque la fuerza ha huido de mis brazos y no pueda tocarte ahí, donde no te gustaba que te tocara en tu adolescencia... entonces sabrás. Cuando tendido en una cama, con aspecto cadavérico, te llame para pedirte me des agua en la boca porque mis manos no pueden sostener el vaso, cuando ya no pueda responderte: "Dios te bendiga", cuando no necesites pedirme nada porque todo te lo he dado sin esperar nada a cambio; cuando alguna vez descanse entre cuatro velas encendidas, con mis manos para siempre cruzadas

EL TELEVISOR


http://colorearimagenes.net/dia-de-la-television-para-pintar/ 


El TELEVISOR


Autor: Marcos Elías Milano Rangel
Publicado: miércoles 17 de agosto de 2016.

Cuando mi hermano mayor, Vicente Milano, comenzó a trabajar compró un televisor muy bonito, todos estábamos muy emocionados por aquella maravilla... ¡por fin llegó a nuestra casa el entretenimiento! Ahhh y desde ese momento mi recinto habitacional entró a formar parte de las casas que exibían en su entrada o en el patio, una linda y enorme antena, la cual había que girar hasta lograr una señal nítida, casi siempre me tocaba esa tarea, lo mas cómico era el grito que salía de la casa ¡déjala ahíiiii!... hasta que venía la brisa y fuá...tenía que volver a moverla. Lo cierto es que el antiguo radio quedó en segundo plano cuando llegó, ``El mago de la cara de vidrio’’, la famosa “caja mágica” de la que habla magistralmente el escritor venezolano Eduardo Liendo... ahora mi mamá junto a sus tres hijos y varios vecinos podíamos disfrutar de “La Zulianita” telenovela escrita por Delia Fiallo y protagonizada por la actriz Lupita Ferrer y el gran actor José Bardina transmitida por Venevisión en 1977... de ahí en adelante los mal llamados culebrones entraron en mi dulce hogar. Los dos canales favoritos de la familia eran Venevisión (venenovisión le decían por aquellos años mozo) y Radio Caracas Televisión (RCTV)... ¿por cierto... qué es de la vida de RCTV... alguno de ustedes sabe de su paradero... sería bueno volver a disfrutar de ese canal). Venezolana de Televisión, aquel canal que era de todos los venezolanos, bueno en honor a la verdad la línea editorial de ese canal siempre la impuso el gobierno de turno, lo cierto es que se veía pero con bastante interferencia así mismo se veía la televisora nacional canal 5. Sólo cuatro canales teníamos el 2, el 4, el 5 y el 8, pero como dije antes sólo veíamos el 2 y el 4. Recuerdo la variedad de programas que esas televisoras pasaban... verdaderamente entretenían, informaban y educaban. Transmitían programas para todos los gustos. Recuerdo que

martes, 16 de agosto de 2016

LA RADIO


http://www.todocoleccion.net/radios-transistores/radio-riviera-model-710-8-transistores-2-bandas-mw-sw-anos-70~x37585537

LA RADIO

Autor. Marcos Elías Milano Rangel.
Publicado: Martes 16 de agosto de 2016
Mi mamá (que Dios la tenga en su Luz) le gustaba cantar mientras realizaba los quehaceres del hogar, ella cantaba por placer, empíricamente entonaba melodías que poco a poco, producto de la repetición, me fui aprendiendo. Ciertamente mi progenitora no tenía ningún tipo de estudio musical pero si tenía ritmo y bonita voz, algunas veces desafinaba pero a mi me encantaba escucharla porque era señal de que estaba contenta... bueno, en honor a la verdad, siempre estaba cantando. Mis hermanos y yo, los vecinos cercanos y después mis sobrinos, nos acostumbramos a escucharla, para nosotros era común aquella voz entonando boleros y rancheras de artistas y agrupaciones de renombre en aquellos años dorados cuando no existía el reguetón, (gracias a Dios). Las composiciones eran verdaderos poemas. Los compositores cuidaban cada grafema, cada frase, cada rima, cada verso para darle el sentido profundo que se buscaba con aquel escrito, realmente muchos escribían con el corazón... cada letra era un destellar de sentimientos. Los arreglistas y músicos cuidaban todos los detalles para que su pieza estuviera en las carteleras mas encumbradas, sonar en la radio, sin el odioso y ofensivo pay to play o payola como le llaman ahora era lo máximo para aquellos artistas... en mi casa existió un radio marca riviera el cual estaba montado en una repisa, en la sala, allí, además de música