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LA RADIO
Autor. Marcos Elías Milano Rangel.
Publicado: Martes 16 de agosto de 2016
Mi mamá (que Dios la tenga en su Luz) le gustaba cantar mientras realizaba los quehaceres del hogar, ella cantaba por placer, empíricamente entonaba melodías que poco a poco, producto de la repetición, me fui aprendiendo. Ciertamente mi progenitora no tenía ningún tipo de estudio musical pero si tenía ritmo y bonita voz, algunas veces desafinaba pero a mi me encantaba escucharla porque era señal de que estaba contenta... bueno, en honor a la verdad, siempre estaba cantando. Mis hermanos y yo, los vecinos cercanos y después mis sobrinos, nos acostumbramos a escucharla, para nosotros era común aquella voz entonando boleros y rancheras de artistas y agrupaciones de renombre en aquellos años dorados cuando no existía el reguetón, (gracias a Dios). Las composiciones eran verdaderos poemas. Los compositores cuidaban cada grafema, cada frase, cada rima, cada verso para darle el sentido profundo que se buscaba con aquel escrito, realmente muchos escribían con el corazón... cada letra era un destellar de sentimientos. Los arreglistas y músicos cuidaban todos los detalles para que su pieza estuviera en las carteleras mas encumbradas, sonar en la radio, sin el odioso y ofensivo pay to play o payola como le llaman ahora era lo máximo para aquellos artistas... en mi casa existió un radio marca riviera el cual estaba montado en una repisa, en la sala, allí, además de música
, escuchábamos las radio novelas, mi favorita fue Martín Valiente, el ahijado de la muerte, escrita por el escritor cubano Armando Couto y protagonizada magistralmente por el gran Arquímedes Rivero y Rosita Vásquez ahhh y frijolito, el “negrito bembón” y asustadizo amigo de Dr. Valiente interpretado por el actor Alexis Escámez... volviendo al radio, marca rivera, que estaba montado en la repisa, en la sala de mi casa, les decía que allí escuchábamos, además de canciones y radio novelas, también oíamos las noticias “Noti Rumbos”, en las voces de los locutores Silvio Várgas y Don Armando Pompeyo Martínez, ahhh por cierto yo hice un curso de locución hace varios años y mi certificado está firmado por estos colosos de la radiodifusión venezolana y por Fernando Antonetti Urban...(para hacer ese curso requerí una carta de recomendación la cual me la firmó Don Guillermo Obelmejías, dueño de la emisora Radio Bonita la Guapa, ojalá volvamos a tenerla al aire) en esa radio escuchábamos cada sábado “La historia de una canción”, radio novela que su guión semanal era adaptado a un tema musical...¡Diossss que tiempos aquellos! La buena educación, los valores y la calidad se veía reflejada en cada momento, las emisoras de radio respetaban a sus oyentes ahhhh y en Semana Santa se escuchaba música sacra. Los actores de la radio le imprimían sentimientos a cada parlamento y el radio escucha vivía realmente la emoción que ellos transmitían... escuchando buena radio nos entreteníamos, nos informábamos, nos educábamos... la Radio fue parte esencial de nuestra vida... ahhhhh y aún sigo escuchando en lo profundo de mis pensamientos, alma y corazón la voz maravillosa de mi madre cantando... cantando... ¡Gracias mamá por tus canciones! (en esta parte del relato estoy llorando recordándote madrecita querida, recordando las veces que me cantaste...¡cómo me hace falta tu canción de cuna, tu arrullo! y el infaltable cunaca mientras me tomabas con tus manos y me alzabas) ... (Descansa en la paz de Dios mamá).
, escuchábamos las radio novelas, mi favorita fue Martín Valiente, el ahijado de la muerte, escrita por el escritor cubano Armando Couto y protagonizada magistralmente por el gran Arquímedes Rivero y Rosita Vásquez ahhh y frijolito, el “negrito bembón” y asustadizo amigo de Dr. Valiente interpretado por el actor Alexis Escámez... volviendo al radio, marca rivera, que estaba montado en la repisa, en la sala de mi casa, les decía que allí escuchábamos, además de canciones y radio novelas, también oíamos las noticias “Noti Rumbos”, en las voces de los locutores Silvio Várgas y Don Armando Pompeyo Martínez, ahhh por cierto yo hice un curso de locución hace varios años y mi certificado está firmado por estos colosos de la radiodifusión venezolana y por Fernando Antonetti Urban...(para hacer ese curso requerí una carta de recomendación la cual me la firmó Don Guillermo Obelmejías, dueño de la emisora Radio Bonita la Guapa, ojalá volvamos a tenerla al aire) en esa radio escuchábamos cada sábado “La historia de una canción”, radio novela que su guión semanal era adaptado a un tema musical...¡Diossss que tiempos aquellos! La buena educación, los valores y la calidad se veía reflejada en cada momento, las emisoras de radio respetaban a sus oyentes ahhhh y en Semana Santa se escuchaba música sacra. Los actores de la radio le imprimían sentimientos a cada parlamento y el radio escucha vivía realmente la emoción que ellos transmitían... escuchando buena radio nos entreteníamos, nos informábamos, nos educábamos... la Radio fue parte esencial de nuestra vida... ahhhhh y aún sigo escuchando en lo profundo de mis pensamientos, alma y corazón la voz maravillosa de mi madre cantando... cantando... ¡Gracias mamá por tus canciones! (en esta parte del relato estoy llorando recordándote madrecita querida, recordando las veces que me cantaste...¡cómo me hace falta tu canción de cuna, tu arrullo! y el infaltable cunaca mientras me tomabas con tus manos y me alzabas) ... (Descansa en la paz de Dios mamá).
NOTA IMPORTANTE: Lo que pocas personas saben es que el creador de Martín Valiente fue el escritor cubano Armando Couto, nacido en La Habana el 13 de marzo de 1918 y fallecido en Miami el 17 de diciembre de 1995. Doctor en Filosofía y Letras, tenía un gran dominio del arte de la narración. Había colaborado con Félix B. Caignet en la escritura de las aventuras de Chan Li Po, el primer serial detectivesco de la radiodifusión hispanoamericana, que se transmitió en Cuba en los años 30 del siglo pasado.
La modestia de Couto era tan grande como su ingenio. Él mismo afirmaba que “es muy difícil ser inteligente las veinticuatro horas del día”. Tal vez por esto nunca registró los derechos de autor de ninguna de sus muchas series radiales: Los tres Villalobos, Tierra adentro, Capitán Espada, Macuto Zapote, el detective enano, Lo que pasa en el mundo, Tamakún, el vengador errante, Mujeres en mi vida, Kalimán, Mi hija Rosita, algunas de las cuales fueron pirateadas en casi todos los países latinoamericanos.
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