http://www.flourishonline.org/2010/12/jan-richardson-on-what-is-to-come/ |
LA CARTA QUE NO ESCRIBÍ
Esa
tarde, agonizando el sol en el horizonte, en medio de enormes
arreboles, sentado debajo de aquel árbol frondoso que había en el
patio, tome mi pluma y me dispuse a escribir una carta para ti. En
ese instante pensé escribirte tantas cosas hermosas que nunca te
dije antes. Escribirlas es más fácil que decirlas. Y es que nunca
te dije lo que significabas para mí. La gran mayoría de las
personas somos así: no decimos al ser amado lo que significa para
nosotros y la vida se nos convierte en una rutina. Y es que si
llegaras a faltarme, no sé qué, pero algo moriría dentro de mí, y
en adelante, la vida sería en blanco y negro; morirían las sonrisas
y el imperio del llanto y la tristeza, establecerían su reinado en
mi corazón. Te necesito por lo mucho que he sufrido, como las
plantas necesitan agua y luz. Necesito oír tu respiración cuando
duermes, me gusta oír tus quejas por algo mal puesto, porque así te
siento viva; necesito ver tus ojos cerrados cuando oras al creador,
porque cuando los abras, sé que dos soles negros aparecerán
entonces para iluminar mi vida... pero no escribí nada, sino que fui
y te lo dije y mi decepción fue gigante cuando sin decir nada, me
diste las espalda y te fuiste al dormitorio; te seguí para hablarte
de mí desencanto y te halle con el rostro hundido en la almohada;
quise tocarte y sentí que la almohada estaba mojada, tu llanto la
había empapado. No lloraste frente a mí. Te fuiste a llorar al
cuarto, como si llorar fuera un pecado, como si llorar diera
vergüenza, como si llorar no fuera la más honda expresión de un
corazón que se siente tocado, sufrido o amado. Entonces me
recosté junto a ti, pegue mis labios de tu oído y, muy bajito, te
dije cuanto te amaba y... los dos lloramos juntos.
Rafael González.-
Autor: Rafael González.
Autorizada su publicación.
Publicado: miércoles 17 de agosto de 2016.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por comentar en este pagina.