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EVALUANDO EL DOBLE SEIS.
Un saludo y un afectivo recuerdo apara todos mis amigos y para mi familia que están distribuidos por todo el territotio nacional y más allá. Sirva este mensaje de aliento y una muestra de vigencia, pues sigo en mi actividad permanente cumpliendo con el deber de apegarme a la existencia. Ella me muestra las tareas y yo intento cumplirlas cabalmente. Al menos hago el intento. Una de esas tareas que ella me da es comunicarme con mi gente. Eso estoy haciendo y lo hago con un ánimo encantador, de manera que mientras escribo llegan a mi memoria la familia que se marchó, los que están lejos, los que tengo tiempo sin ver; también los amigos que he cultivado, ellos llegan a mi memoria y me hacen pensar lo hermoso que es la vida ( el único chance de pasar por esta tierra). De todos he aprendido, sin distingo del tiempo en que nos conocimos. Todos ellos, familiares y amigos me han nutrido de afectos y aprendizajes, me han permitido conocer la conducta humana por mi propia experiencia y a respetar a cada uno en su justa dimensión, sin hacer críticas y sin atesorar rencores en mi corazón.
He decidido escribir estas letras para que lleguen a ellos y retengan el contenido. Esto en virtud de que se hace más difícil hacer turismo nacional y mucho menos, internacional. Sin embargo dejo constancia de que los amo nacional e internacionalmente, local y universalmente, material y espiritualmente.
He decidido escribir estas letras para que lleguen a ellos y retengan el contenido. Esto en virtud de que se hace más difícil hacer turismo nacional y mucho menos, internacional. Sin embargo dejo constancia de que los amo nacional e internacionalmente, local y universalmente, material y espiritualmente.
Para mí no hay amigos viejos ni amigos nuevos, los más recientes no sustituyen ni llevan al olvido a los viejos. Todos están vigentes. Debo reconocer que la la vida es mi escuela primaria, secundaria y universitaria. En este recorrido mantengo en el cofre del afecto a los de mi infancia, mis compañeros de la escuela primaria allá en el Alto Uchire ( El Agarrón), los de Sabana de Uchire, los de Cúpira donde terminé mi gitana primaria, mi querido liceo Razetti, el liceo Nocturno de La Guaira donde me gradué de Bachiller en Humanidades, Mi primera Universidad de la vida :La Fuente de Soda Cada (Automercado) con esos eternos compañeros que fluyen en mi memoria como eternos adolescentes y con muchos de ellos mantengo comunicación, mi alma mater: el Pedagógico de Caracas con los eminentes Profesores más que Profesores, mis maestros y nuestros inolvidables compañeros estudiantes. Por distinción especial, mis colegas Profesores en el ejercicio, todos ellos fueron también mis maestros porque me ayudaron a perfilar de manera definitiva los conocimientos que traje conmigo del Pedagógico. Mis buenos amigos de Guatire y Guarenas, conocidos fuera del trabajo escolar, especialmente los del deporte y los de la calle en el buen sentido. Todos estos recuerdos adorables me hacen valorar esta existencia porque constituyen el sello indeleble de armonía existencial. Toda mi gratitud para ellos porque fueron apoyo para fortalecerme. No los nombraré porque quedaré en deuda con muchos, pero seguro, pasan por mi memoria sin olvido y andan cabalgando en mis agradecimientos.
No debo quejarme de lo que he vivido y de lo que sucede actualmente no niego la inconformidad. Es asunto de interpretación de los hechos. Las situaciones, mientras más complejas son, mejores aprendizajes nos traen. La edad que puedo tener no es objeto de preocupación para mi, porque cada etapa tiene sus encantos y porque he tenido la oportunidad de llegar a esta edad sin mayores tropiezos. Todo lo que he aprendido bajo el rigor académico y mucho más allá en el “alma mater vitae” constituye el mejor bagaje de mi trajinar.
Qué más le puedo pedir a la vida si todo lo he tenido y si todo lo tengo, más allá de lo nombrado, una familia que me ama y a la que amo, unos padres que me acompañaron hasta mis 39 años, nueve hermanos con sus descendendencias, mi esposa, mis tres hijos y cuatro nietos.
Nunca he sido conformista. He tenido una visión de la vida tratando de valorar al prójimo y sin que mis planes arrasen con los planes de otros. Nunca me he sentido excluido, pues cuando no pude avanzar por mi propia responsabilidad no le eché la culpa a los demás ( los patronos, los profesores de la universidad, la sociedad, el gobierno, etc.), lo asumí como un asunto mío, como un impulso para reanimarme y seguir nadelante. Por eso, expreso que mi bajel aún no está anclado, siempre pienso en el Norte y en los cambios. Soy un permanente observador de las leyes de la dialéctica, especialmente, la idea de la TESIS, ANTITESIS Y SINTESIS, la cual es infalible en los grupos humanos, por esos los cambios siempre vendrán.
En cuanto a lo que no he aprendido en el aula, ni entre la actividad humana, lo he hurgado en los libros. Agradezco a esos grandes maestros griegos, latinos y los demás clásicos en general, así como los de otras etapas de la historia humana, en donde resalta el gigante Miguel de Cervantes, el cual me permite decir que todo ser humano que se valore debe leer el Quijote para que descubra la sabiduría atesorada en ese hermoso libro. Así las cosas mis amigos, reciban mi reflexión como una optimista muestra de mi trayecto vital. Quiero en este párrafo, resaltar una frase de W. Churchill” El optimista ve en cada calamidad una oportunidad y el pesismistad ve una calamidad en cada oportunidad” y una de M. Gandi: “La felicidad consiste en poner de acuerdo tus pensamientos, tus palabras y tus hechos”
No debo quejarme de lo que he vivido y de lo que sucede actualmente no niego la inconformidad. Es asunto de interpretación de los hechos. Las situaciones, mientras más complejas son, mejores aprendizajes nos traen. La edad que puedo tener no es objeto de preocupación para mi, porque cada etapa tiene sus encantos y porque he tenido la oportunidad de llegar a esta edad sin mayores tropiezos. Todo lo que he aprendido bajo el rigor académico y mucho más allá en el “alma mater vitae” constituye el mejor bagaje de mi trajinar.
Qué más le puedo pedir a la vida si todo lo he tenido y si todo lo tengo, más allá de lo nombrado, una familia que me ama y a la que amo, unos padres que me acompañaron hasta mis 39 años, nueve hermanos con sus descendendencias, mi esposa, mis tres hijos y cuatro nietos.
Nunca he sido conformista. He tenido una visión de la vida tratando de valorar al prójimo y sin que mis planes arrasen con los planes de otros. Nunca me he sentido excluido, pues cuando no pude avanzar por mi propia responsabilidad no le eché la culpa a los demás ( los patronos, los profesores de la universidad, la sociedad, el gobierno, etc.), lo asumí como un asunto mío, como un impulso para reanimarme y seguir nadelante. Por eso, expreso que mi bajel aún no está anclado, siempre pienso en el Norte y en los cambios. Soy un permanente observador de las leyes de la dialéctica, especialmente, la idea de la TESIS, ANTITESIS Y SINTESIS, la cual es infalible en los grupos humanos, por esos los cambios siempre vendrán.
En cuanto a lo que no he aprendido en el aula, ni entre la actividad humana, lo he hurgado en los libros. Agradezco a esos grandes maestros griegos, latinos y los demás clásicos en general, así como los de otras etapas de la historia humana, en donde resalta el gigante Miguel de Cervantes, el cual me permite decir que todo ser humano que se valore debe leer el Quijote para que descubra la sabiduría atesorada en ese hermoso libro. Así las cosas mis amigos, reciban mi reflexión como una optimista muestra de mi trayecto vital. Quiero en este párrafo, resaltar una frase de W. Churchill” El optimista ve en cada calamidad una oportunidad y el pesismistad ve una calamidad en cada oportunidad” y una de M. Gandi: “La felicidad consiste en poner de acuerdo tus pensamientos, tus palabras y tus hechos”
Profesor: Daniel Rojas Perfecto Guatire, 9 de agosto de 2016.
Autorizada su Publicación.
Publicado: 10 de agosto de 2016.
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