Los nietos son alimento perfecto que nutren el alma, alegran la vida, purifican la mente y el corazón.
El cantautor del pueblo venezolano, Alí Primera, en su tema musical, Cuando Llueve Llora El Sol, escribe una frase cargada de mucho sentimiento la cual transcribo en este post:
Que no hay distancia ni tiempo
cuando el amor es sincero
Esta frase de consuelo, cargada de fe y de esperanza, llega a los abuelos, que aún hoy quedamos en Venezuela, como un suave y reconfortante masaje a nuestras almas por la ausencia de nuestros hijos y nietos.
Ciertamente, no hay distancia ni tiempo cuando el amor es sincero, amor incuestionable, fiel, inmarcesible e inmensurable... amor infinito que trasciende día a día... Amor del bueno.
Confieso que soy uno de los abuelos venezolanos que, lamentablemente estamos viendo pasar el tiempo sin el brillo alegre y presencial de nuestros hijos y nietos. Brillo alegre que aunque está y sabemos que resplandecerá con tanta intensidad como el Sol, nos hace falta sentir para que nuestro cuerpo y alma tomen y se recarguen con el más puro calor del amor.
Amada nieta Melanie Solange, cada palabra, cada frase, cada ocurrencia tuya que hoy, mediante el WhatsApp recibo de ti, me mantiene vivo, esperanzado en el regreso, con fe en que pronto llegará el día que podamos abrazarnos, jugar, reír, disfrutar del cariño, de la ternura y del inmenso amor que Dios nos permitió profesar en esta vida.
Amada nieta Melanie, nunca olvides que este abuelo necesita seguir escuchándote, viéndote y disfrutando tus ocurrencias por WhatsApp hasta que volvamos a estar juntos, por favor dile a tu mami que siempre mantenga saldo en su teléfono y por favor dale las gracias por permitir y facilitar la comunicación entre nosotros... Quiera Dios que pronto, muy pronto podamos reunirnos. Te amo inmensamente.
Dios te bendiga, te cuide y te proteja hasta el infinito y más allá.
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