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| http://palabrasenextincion.blogspot.com/2009/02/fanfarron.html |
Existen personas a las que se les califica como fanfarrones por su constante alardear de lo que son y de lo que no son, de lo que tienen o les sobra, en especial de lo seductores e irresistibles que ellos mismos se ven, lo valiente, generosos, altruistas, poderosos; entre otros exagerados atributos que los caracterizan.
El fanfarrón suele ser jactancioso, engreído, vanidoso, bullanguero o “bullero” como decimos los venezolanos, echón al extremo... generalmente se presenta altivo, altanero o arrogante. Vive aparentando ser alguien que realmente no es, pero se debe tener cuidado con él porque algunos pueden ser despreciables y muy peligrosos.
Muchos fanfarrones cuando tienen dinero son los primeros en presumirlo. Rápidamente sacan su cartera exponiendo la galería de tarjeta de todos los bancos, chequeras y el efectivo que siempre les deforma la billetera: “¡PAGO YO!”... lo mas grave es que muchos de esos fanfarrones acostumbran a pavonearse de ricos y millonarios usando el dinero de otros o dinero que llega a ellos sin que lo trabajen, algo así como dinero fácil o mal habido.
Otro tipo fanfarrón es el envalentonado, el mal llamado verdugo, el inquisidor... le encanta amedrentar utilizando su poder, generalmente se presenta como valiente porque es "guapo y apoyado", es patotero, se siente todopoderoso con derecho a descalificar y hasta humillar pero la verdad de este tipo de personas es que, detrás de esa máscara de aparente hierro, se esconde mucha inseguridad y cobardía. Este “valentón” es el que al verse acorralado y sin poder se esconde, huye aterrorizado, pide clemencia y llora.
Otro tipo fanfarrón es el envalentonado, el mal llamado verdugo, el inquisidor... le encanta amedrentar utilizando su poder, generalmente se presenta como valiente porque es "guapo y apoyado", es patotero, se siente todopoderoso con derecho a descalificar y hasta humillar pero la verdad de este tipo de personas es que, detrás de esa máscara de aparente hierro, se esconde mucha inseguridad y cobardía. Este “valentón” es el que al verse acorralado y sin poder se esconde, huye aterrorizado, pide clemencia y llora.
El no menos peligroso es el que sufre de un patológico y extremo narcisismo, este individuo se cree que “los demás mortales, pecadores e incultos, inferiores a él” le deben admiración, respeto y están en la obligación de alabarlo y jamás contradecirlo. Quien se atreva a pensar diferente es pulverizado, desterrado, encarcelado, vilipendiado...
También existe el que se creé seductor irresistible, el mal llamado “Don Juan” o “casanova”, el “bello entre todos los bellos”, el que imagina que todas deben sucumbir ante sus encantos, ese personaje puede llegar a convertirse en lo que popularmente se le llama “baboso” e impertinente, y dependiendo de su edad lo llamarán fácilmente “viejo verde”.
Debemos tener mucho cuidado con aquellas personas que manifiestan un gusto extremo y hasta patológico por el poder, la fama y el dinero.
Autor: Milano R. Marcos E.
Publicado: Sábado 15 de octubre de 2016.
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