Felicitaciones a los docentes que hacen de su profesión un ministerio de amor.
Entrega de Título de Bachiller a una de las hijas que la vocación docente me dio.
Fotografía propiedad de @marcosmilano71
Acto de grado. Selfie con dos de las hijas que me dio la vocación.
Fotografía propiedad de @marcosmilano71
Siendo director de la Unidad Educativa Nacional Alonso Andrea de Ledesma de Guarenas, me tocó dirigir unas palabras en un acto de grado de bachilleres. Fueron palabras de motivación, agradecimiento y felicitaciones por la meta lograda. Recuerdo que al dirigirme a los padres y representantes de los graduandos, le di las gracias por confiar la educación de sus hijos a nosotros. Cuando concluyó el acto, se me acercó un señor muy conmovido por mis palabras, me dio la mano y las gracias por el apoyo que dimos a su hija e hizo mención a la frase que pronuncié: gracias por confiar la educación de sus hijos a nosotros. Me confesó que eso fue precisamente lo que su esposa y él hicieron, confiar por la buena reputación que tenía nuestro Liceo. Eso me alegró mucho, porque en honor a la verdad, los docentes que trabajaban en ese momento en la Institución, en su gran mayoría, eran excelentes profesionales y personas maravillosas, talentosos, responsables, ordenados, disciplinados, puntuales, inteligentes… todavía muchos de ellos están activos, yo estoy jubilado. Además, el ambiente de trabajo era de cordialidad, fraternidad, compañerismo y solidaridad.
Foto familiar con el Director.
Fotografía propiedad de @marcosmilano71
Los docentes que enseñan más allá de lo tangible y mensurable, sin lugar a dudas trascienden, son valiosos. Ellos, cuales orfebres o escultores famosos, reciben de las familias los tesoros más preciados, sus hijos, para que con su ejemplar sapiencia y profesionalismo contribuyan con la formación de cada persona que se les confía.
Foto familiar con el Director.
Fotografía propiedad de @marcosmilano71
Los docentes que hacen de su profesión un ministerio de amor; que internalizan que su loable labor es una vocación al servicio de sus semejantes, que enseñan con su ejemplo, que con su testimonio de vida dejan huellas imborrables en la formación de las personas... son sumamente importantes y hacen tanta falta en la sociedad que se convierten en seres indispensables; son seres iluminados que destellan inteligencia, sabiduría, principios y valores a todos los ciudadanos que tienen la dicha de tenerlos cerca.
Selfie con una de las hijas que me dio la vocación.
Fotografía propiedad de @marcosmilano71
El buen docente esculpe en el alma, en la conciencia, en la mente y en el corazón de sus discípulos las virtudes más hermosas que poseen los seres humanos de bien. El buen docente es una bendición de Dios, es la luz que envía el Padre Eterno a iluminar la tierra. ¡Vivan los buenos docentes, los que realmente tienen vocación, los pedagogos llenos de amor, inteligencia, humildad y sabiduría!
Acto de grado. Con una de las hijas que me dio la vocación.
Fotografía propiedad de @marcosmilano71
Autor:@marcosmilano71
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