FOTOS E IMAGENES

sábado, 8 de agosto de 2020

Estrella de la Lechosa

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La Estrella de la Lechosa. 26 de julio de 2020.
Fotografía propiedad de @marcosmilano71

     Pasan los días y seguimos confinados, la cuarentena sigue su rumbo y el coronavirus, causante del mortal Covid19, anda campante por doquier, causando alarma mundial; contagiando a la población… ¡diezmando a la población! y; por ahora, burlándose de los que intentan combatirlo. Situación ésta que aprovechan muchos gobiernos totalitarios del planeta, para mantener encerrada a la población.

     Hoy es Domingo, día del Señor, día para la reflexión y la oración; día para el descanso… día en el cual los templos deberían estar con sus puertas abiertas recibiendo a sus fieles, pero por las razones antes expuestas, mantienen las puertas cerradas; y como yo sigo confinado, le pedí al Señor que me visitara. Mi Dios, además de ser Todopoderoso, Creador, Eterno, Incausado, Omnisciente… es Omnipresente, Él está en todas partes y se manifiesta de distintas formas y maneras, Él lo puede todo, somos nosotros los que debemos aprender a encontrarlo y a reconocerlo en todas partes y en cada detalle de la existencia.

     En otro orden, pero enlazando la misma idea; hoy, mi esposa, salió a comprar alimentos y regresó con una lechosa para mí porque esa fruta me alivia las molestias gástricas. Cuando la piqué por la mitad, me encontré una estrella. Debo aclarar que no soy místico, pero me impresionó bastante porque jamás le había prestado atención a ese detalle geométrico que trae la lechosa dentro. Lo cierto fue que recibí la estrella como una señal Divina. Permanecí unos minutos detallando la perfección natural y recordando las propiedades de esa fruta. Al final de mi reflexión dije con voz fuerte y clara: ¡Bienvenido Señor y gracias por tu visita! mi esposa se quedó mirándome sin pronunciar palabras, buscando explicación a mi expresión.

     En honor a la verdad, Dios siempre está en mi casa y en cada paso que doy, en cada pensamiento, en cada palabra y en cada obra, en el oxígeno que respiro y en cada gota de agua que me hidrata, en cada bocado que me alimenta y en cada interacción con la naturaleza y con la creación que me rodea. Dios está en mí y yo siento que estoy con Él.

GRACIAS SEÑOR POR VIVIR EN MI

Autor:@marcosmilano71

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