FOTOS E IMAGENES

miércoles, 24 de junio de 2020

El Pozo La Churca. Fotografías, Leyenda y Poesía.

Del pozo, el cuento dice: ¡es tan viejo,
como viejo es el sol haciendo el día!

Rafael Borges]
Guatire, octubre de 1966

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Fotografía propiedad del autor
     Los pobladores de GuatireMunicipio Zamora del Estado MirandaVenezuela, sentimos un gran orgullo y mucho respeto por nuestro río Pacairigua, especialmente por nuestro hermoso y misterioso pozo La Churca, belleza natural que la madre naturaleza regaló a nuestra geografía.
¡Oh!, pozo La Churca, ¡quién tuviera
de Apolo el sueño y de Virgilio el canto,
para expresar o balbucir siquiera
eso que llevas que te da el encanto,
—divina gracia que el Creador te diera–
como legado en luz —don sacrosanto—
que estimula del cielo sus reflejos,
y armoniza el vaivén de tus espejos.
Rafael Borges
Guatire, octubre de 1966
El río nace en la montaña, siendo su afluente la quebrada silma o río aguasal y el río norte, vertiente sur del majestuoso cerro Ávila o como originalmente lo llamaron nuestros ancestro y que hoy lo han rebautizado Waraira Repano.
     El pozo es frío, profundo, peligroso; pero hermoso, relajante y misterioso. En medio de tres piedras macizas cae la cascada que embellece el bucólico lugar, es un verdadero espectáculo ver a los clavadistas lanzándose desde lo alto de la roca, exhibiendo distintas piruetas en el aire antes de sumergirse. Muchas personas se han ahogado en el pequeño pozo, al parecer porque la milenaria cascada ha socavado la roca y el remolino atrapa debajo de la cortina de agua al bañista.
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En el pozo vemos al
Prof. Erick Berra

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Sobre la roca lateral de la cascada estamos: Prof. Heyson Pacheco (sin franela a punto de saltar al pozo); a su lado mi hijo gemelo Manuel Alejandro, seguidamente el Prof. Erick Berra, mi otro hijo gemelo con franela amarilla y al frente yo, con franela blanca

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En la fotografía mi esposa y yo, en la parte mas baja del pozo, en el fondo pueden apreciar la cascada
     Antes de llegar al pozo, el paseo por aquellos paradisíacos parajes naturales es una experiencia inolvidable. Tengo la dicha de ser vecino del sector, por lo que desde niño he disfrutado ese maravilloso ambiente. Incontables son las veces que nos hemos bañado en las frías y dulces aguas de nuestro río Pacairigua, mucha recreación y sano esparcimiento hemos vivido los lugareños y también fuereños que nos visitan. Con bastante frecuencia, se podían ver en sus riberas, familias enteras disfrutando de la naturaleza, las ollas de sancocho sobre el fogón improvisado a leña no podían faltar, o las parrillas despidiendo al ambiente el rico aroma que invita a degustar. ¡Suspiro por los recuerdos!
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_En la fotografía, en primer plano está el Profesor César Martínez ofreciendo su mano para ayudar a pasar a los que no querían mojarse los zapatos antes de llegar al pozo, al fondo uno de mis gemelos ayudando a la Profesora Zaide Ruiz
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En la fotografía el Prof. René Henriquez ayudado por el Prof. César Martínez
     Estos parajes, bañados por la naturaleza y bendecidos por Dios, han sido inspiración de poetas, músicos y escritores, que con su fina pluma y su verbo excelso le han cantado, perpetuando así la belleza y el misterio que envuelve a ese punto de nuestra geografía. Uno de los poetas de renombre, que dejó para la posteridad uno de los más hermosos poemas al pozo, fue el maestro Rafael Borges el poema se titula Leyenda del pozo de La Churca, leyenda que tiene que ver con el río Pacairigua y el enigmático pozo, el poema incluye décimas, sonetos y cantos.
En el Año 1995, publiqué un folleto, titulado Mis Amigos Guatireños, donde aparecen estas rimas de mi autoría, dedicadas al pozo La Churca y a la leyenda que envuelve.
¿Qué misterio hay en tu cuerpo?
hermosísima mujer
tu cabellera es una cascada
de agua dulce como miel.
Ha pasado mucho tiempo
desde que te conocí
y permaneces tan bella
que me enamoré de tí.
Criatura de la naturaleza,
fuente de vida es tu sangre,
no se cuántos años tienes,
de este valle tu eres madre.
Caudalosa, fresca y tierna;
me hipnotizas con tu voz,
me sumerjo entre tus venas,
dándole gracias a Dios.
Tres macizos imponentes,
vigilan tu corazón,
te encausan por buen camino
demostrándote su amor.
En tu profundo misterio
se sumerge una ilusión,
bella niña que entonaba
una preciosa canción.
Y para aumentar tu belleza,
de figura escultural,
unas flores te dejó
la hija del general.

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Fuente
     Para finalizar este post deseo recomendarle el extraordinario libro Pozo La Churca del Profesor, amigo y compadre José Manuel Milano Mata

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Fuente
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