A propósito del día del padre. 👴 No conocí al mío.
Sinforiano Hernández se llamaba el hombre que me engendró; lamentablemente no lo pude conocer o mejor dicho, no lo recuerdo, porque falleció el 22 de diciembre de 1970, cuando yo tenía dos años y ocho meses de nacido. Sé que el santoral de la Iglesia Católica conmemora el 22 de agosto el día de San Sinforiano Mártir lo que me hace presumir que debió haber nacido en esa fecha porque en esa época era común bautizar a los niños con el nombre del santo del día, en ninguna casa faltaba el famoso almanaque Rojas Hermanos o el santoral de la Iglesia Católica el año de su nacimiento fue 1930 porque según dato aportado por mi hermano mayor, Santiago Medina, mi papá falleció a la edad de 40 años.
Sinforiano Hernández, hijo de Fermín Hernández y Estéfana Denis. Mi abuelo Fermín fue hijo de Emilio Hernández Guanche y Carmen Meza; oriundos de las Islas Canarias. Fermín y Estéfana procrearon; aparte de mi papá, a mis tías Beda y Ángela Hernández, luego mi abuelo se comprometió con la Sra. Basilisa Gómez y de esa unión nacieron mis tíos Juan, Teodoro, Nancy, Dominga, Ángela, José Editha, y Rafael Fermín Hernández.
Me cuentan que mi papá fue uno de esos hombres que iban regando hijos por el mundo sin asumir responsabilidades con ninguna mujer; salvo con la mujer que logró enlazarlo con el sacramento del matrimonio. En plena madurez contrajo matrimonio con la Sra. Ofelia Velis y de esa unión nacieron sus dos hijos menores de los supuestos 39 que engendró con distintas mujeres. Solo en mi barrio convivimos cinco de sus hijos, éramos vecinos.
Algunas personas que lo conocieron me dijeron que era un hombre bien parecido, ameno, divertido, amigable y con las damas encantador, tenía un buen empleo como trabajador metalúrgico, según pude confirmar al observar un carnet del Sindicato de los trabajadores de la Industria Metalúrgica y sus similares del Distrito Federal y del Estado Miranda, que me hizo llegar mi hermano Santiago Medina, donde certifica que ingresó 07 de enero de 1959. El carnet estaba fechado 19 de septiembre de 1961. Trabajó en la empresa Tanques para Gas.
Mi mamá me confesó que se había enamorado de él, por su forma de ser y por la forma como la trataba, lástima que mi madre fue una más del montón y yo uno de los supuestos 39 hijos que dejó.
Pocos datos me aportaron salvo lo promiscuo que era. Debo confesar que el amor, el cariño, el respeto que no tuve de mi padre, mi madre me lo dio hasta más allá del infinito. Mi abuelo Fermín Hernández también fue muy cariñoso conmigo siempre lo recuerdo; además se portó como todo un buen suegro con mi madre. De mis tías y tíos he recibido tanto amor que me hubiera gustado llevar, el que debió ser mi apellido, Hernández, o en su defecto y en primer lugar hubiera preferido no ser reconocido con otro apellido sino que hoy llevaría orgulloso el sagrado apellido de mi mamá RANGEL.
Pocos datos me aportaron salvo lo promiscuo que era. Debo confesar que el amor, el cariño, el respeto que no tuve de mi padre, mi madre me lo dio hasta más allá del infinito. Mi abuelo Fermín Hernández también fue muy cariñoso conmigo siempre lo recuerdo; además se portó como todo un buen suegro con mi madre. De mis tías y tíos he recibido tanto amor que me hubiera gustado llevar, el que debió ser mi apellido, Hernández, o en su defecto y en primer lugar hubiera preferido no ser reconocido con otro apellido sino que hoy llevaría orgulloso el sagrado apellido de mi mamá RANGEL.
De los hermanos por parte del hombre que me engendró, he conocido a varios. Mi hermano mayor, Santiago Medina, cariñosamente llamado Aparicio, es con quien más me he relacionado, dicen que es muy parecido a mi papá y no lo dudo porque su forma de ser, según los datos que tengo de Sinforiano, es similar a la suya. Confieso que con los que he tenido trato son buenas personas, la poca interacción que hemos tenido ha sido cordial, respetuosa y bastante fraternal a pesar de los distantes que estamos.
No puedo concluir este post personal sin hacer mención a dos seres maravillosos en mi vida, mis ángeles guardianes, mis protectores y benefactores, mis segundos padres, me refiero a los que desde que fui engendrado han estado conmigo, mis dos hermanos por parte de mi madre; Vicente Alfonso Milano Rangel y Zoraida Milano Rangel, a ellos les debo lo que soy, por esa razón, mi eterno amor y agradecimiento es para ellos.
Autor:@marcosmilano71
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